En horas de la media noche se espera arriben a territorio nicaragüense, los restos del Gabriel Antonio Pérez Martínez, de 10 años, quien fue abusado sexualmente y asesinado en Tegucigalpa, Honduras.
Gabriel Antonio, llamado cariñosamente “Chimbomba”, habitaba junto a su familia en el barrio 5 de Junio en el municipio de Nandasmo, Masaya, donde esperan sus restos para velarlo y posterior darle cristiana sepultura en el cementerio de la localidad.
Según familiares, don Raúl Ernesto Pérez, tenía una semana de haber viajado junto a su hijo a Honduras, donde le ayudaría a vender dulces elaborados a base de papaya, sin imaginar la desgracia que ocurriría.
Doña María Mercedes Martínez, madre del pequeño Gabriel y demás familias exigen a las autoridades policiales de Honduras atrapen a los salvajes que acabaron con la vida de Gabriel Antonio Pérez Martínez y que se haga justicia.