Rezándole a todos los santos para que su pene vuelva a funcionar con toda su potencia se encuentra un señor identificado como Jairo Salinas Espinoza, de 38 años, luego que sin querer su esposa “se lo quebrara”, a como se dice popularmente, mientras tenían una sesión de sexo rudo.
Don Jairo dijo que estaba de lo más placentero teniendo sexo con su esposa cuando de pronto ella se le comenzó a mover bruscamente y ahí nomás sintió un fuerte dolor y comenzó a sangrar.
El afligido hombre fue llevado al hospital Lenin Fonseca en donde los médicos le hicieron de todo para que no perdiera su miembro viril pero le recomendaron que después que se cure solo haga el pase del misionero, y así evitarse problemas.