El mundo del fotoperiodismo enfrenta una de sus mayores polémicas tras más de 50 años. La icónica fotografía conocida como «La niña del napalm», que muestra a Phan Thi Kim Phúc corriendo desnuda y llorando tras sufrir graves quemaduras durante la guerra de Vietnam, ha sido durante décadas atribuida al fotoperiodista vietnamita Nick Út, de la agencia Associated Press (AP).

Sin embargo, un reciente documental, titulado «The Stringer», ha puesto en duda esta versión y desatado un debate global sobre quién fue realmente el autor de una de las imágenes más impactantes del siglo XX.
El peso histórico de la foto
Tomada el 8 de junio de 1972 en Trang Bang, esta fotografía no solo capturó el horror del conflicto vietnamita, sino que se convirtió en un símbolo universal contra la guerra.
La imagen le valió a Nick Út el premio Pulitzer y el World Press Photo en 1973, consolidándolo como una figura legendaria del fotoperiodismo.
Sin embargo, el nuevo documental dirigido por Bao Nguyen, presentado este año en el Festival de Cine de Sundance, sugiere que el verdadero autor podría ser Nguyen Thanh Nghe, un colaborador externo de AP que nunca recibió crédito por su trabajo.
Las pruebas presentadas
El documental basa su argumento en una serie de testimonios y análisis que cuestionan la autoría histórica de Nick Út. Nguyen Thanh Nghe, quien trabajaba como colaborador freelance para AP, asegura que él tomó la fotografía y que vendió el carrete a la agencia por apenas 20 dólares.
Este relato es respaldado por un encargado de sonido de NBC, Tran Van Than, quien afirma haber acompañado a Nghe a la oficina de AP en Saigón el día de la toma.
Además, el editor de fotografía Carl Robinson, quien estaba presente en la oficina de AP el 8 de junio de 1972, recordó que el carrete de donde provenía la imagen tenía una referencia diferente a la de Nick Út, lo que podría indicar irregularidades en la atribución.
El documental también incluye análisis visuales que reconstruyen las posiciones y perspectivas de los fotógrafos presentes ese día.
Aunque Associated Press ha pedido acceso público a estos análisis para evaluarlos, el filme sugiere que otros fotógrafos, como Nghe o Huynh Cong Phuc, podrían haber estado mejor posicionados para capturar la icónica imagen.
La controversia ha llevado a que World Press Photo suspenda temporalmente la atribución de la imagen a Nick Út, argumentando que el nivel de incertidumbre es demasiado alto para mantener el crédito sin una revisión exhaustiva.
Aunque no se ha reconocido oficialmente a otro fotógrafo, la organización ha señalado que la autenticidad de la fotografía no está en duda, solo su autoría.
Por su parte, Associated Press realizó su propia investigación y concluyó que, aunque no hay pruebas definitivas para descartar a Nick Út, tampoco se puede confirmar de forma concluyente que él sea el autor.
Por ahora, la agencia ha decidido mantener provisionalmente la atribución a Út, mientras se esperan nuevas evidencias.
El impacto y el legado de la imagen
Más allá de la discusión sobre quién tomó la foto, su impacto en la historia es innegable. Kim Phúc, quien sobrevivió tras pasar 14 meses hospitalizada y varias cirugías, se convirtió en un símbolo vivo de las atrocidades de la guerra. Hoy es embajadora de la paz de la UNESCO y una voz activa contra los conflictos armados.
El debate sobre la autoría de la fotografía ha abierto una reflexión más amplia sobre los procesos de atribución en el fotoperiodismo histórico, especialmente en un contexto como el de Vietnam, donde muchos colaboradores locales trabajaban para agencias internacionales sin recibir el crédito que merecían.
Según Joumana El Zein Khoury, directora ejecutiva de World Press Photo, «la fotografía en sí no está en cuestión, y representa sin duda un momento real de la historia que sigue teniendo eco en Vietnam, en Estados Unidos y en todo el mundo«.
Aunque la verdad sobre quién capturó ese instante exacto pueda nunca resolverse, el mensaje de la imagen permanece tan poderoso como hace más de cinco décadas.