El juzgado penal de San Carlos, Costa Rica, dejó guardados en la cárcel por los próximos seis meses, a cuatro mujeres y un hombre, quienes fueron atrapados en tres bares donde explotaban sexualmente a mujeres nicaragüenses y dominicanas.
Los imputados fueron capturados por la policía costarricense en los bares Los Acostados, Tenampa y Los Horcones, de la Fortuna de San Carlos, y Chachagua de San Ramón, donde tenían como esclavas sexuales a 16 mujeres.
La red estaba al mando de una pareja de hermanos de apellidos Rivera Carrión, en la que además trabajaba una hija de la mujer que tiene los mismos apellidos y dos mujeres nicaragüenses de apellidos Hernández Valle y Hernández González.
Señala la acusación, el pasado 11 de agosto del 2016, Hernández Valle convenció a tres mujeres nicas mayores de edad, en León, Nicaragua, para que trabajaran como saloneras en bares, con una paga de 320 dólares al mes, más el alojamiento y alimentación.
La fiscalía tica menciona que luego del arreglo, las mujeres fueron llevadas a Costa Rica por un punto ciego, primera sospecha de las afectadas que habían sido engañadas, y posteriormente lo confirmaron al ser amenazadas si intentaban huir.
Ya estando en el bar Los Acostados, las obligaron a dar servicios sexuales a los clientes que pagaban 16 mil colones, de lo que no recibieron ni un solo centavo, además de que eran drogadas.
Fue gracias a un cliente, que el pasado 15 de agosto huyeron a dar aviso a las autoridades costarricenses, sobre estos sitios de explotación sexual en la que aún quedaban 13 mujeres.
La policía marcó billetes y los entregó a falsos clientes, que posteriormente fueron encontrados a los imputados, además de hallarles libretas de apuntes sobre los movimientos de las víctimas, así como cocaína, jeringas usadas, anticonceptivos y medicamentos, que daban a las afectadas.
Se conoció que las autoridades de salud clausurarían los prostíbulos por atentar contra la salud pública, debido a la inmundicia imperante en los cuartos.