La Marimba de Carlos Palacios sonará en el cielo tras la sensible partida de este ser iluminado en el arte tradicionalista. Para despedirlo, los bailes, los trajes y sobre todo la música, se lucieron en el cementerio de la Comunidad Indígena de Monimbó, para hacer de su despedida un momento triste, pero con los aires de tradición que marcaron su vida.
De esta manera, el pueblo y el gremio tradicionalista lo recordó para darle un hasta siempre al también artesano del piano indígena.
La tradicionalista Martha Toribio señaló que esta fue una despedida como él la merecía y se la merecerá siempre cuando se recuerde su nombre y su historia.
“Difícilmente lo vamos a reponer aquí en Masaya, los dotes de él, que tuvo y que emigró del Valle de la Laguna para hacer gloria en Masaya, en todas sus composiciones que vamos a recordar todos los Masaya, al oír sonar María Estela, la Jicarita y otros más que él compuso por el talento artístico que nace en los artistas de Masaya, que es algo que lo lleva uno por siempre”, aseguró.
Los jóvenes, que a pesar de no ser sus familiares y dedicarse a otras expresiones culturales del departamento, afirmaron que seguirán los pasos de esta leyenda local, orgullo de toda la nación.