Costa Rica fue sacudida la mañana de este jueves, por el atroz asesinato de cinco estudiantes universitarios, aen el barrio Victoria, de la localidad de Liberia, Guanacaste, Costa Rica.
Entre las cinco víctimas, están los nicaragüenses naturalizados ticos, Ariel Antonio Vargas Condega, de 24 años, nacido en Moyogalpa, isla de Ometepe, Rivas, Dayana Martínez Romero, también de 24 años, quien desde niña fue llevada a Costa Rica, y vivía con sus abuelos.
Otras dos víctimas con raíces pinoleras, son Joseph Briones Solís, de 22 años, quien es hijo de un nicaragüense, al igual que Ingrid Masiel Mendez Serrano, de 24 años.
La quinta víctima es Stephanie Hernández García, de 24 años, la que al igual que la única sobreviviente Anayelis Yessenia Hernández Vargas, de 14 años, son costarricenses.
Se conoce que Briones, Martínez, Hernández y Méndez eran estudiantes de la sede en Guanacaste de la Universidad de Costa Rica (UCR) y alquilaban la vivienda donde ocurrió el ataque.
Por su parte el coterráneo Ariel Vargas, era estudiante de la Universidad Técnica Nacional (UTN).
Nayeli Hernández, de 14 años, fue operada en la traquea, donde fue herida y se mantendrá sedada por varios días, en el Hospital Enrique Baltodano, de Liberia.
De acuerdo a las autoridades ticas, todo ocurrió después de las dos de la madrugada de este jueves, ya que una de las víctimas logró enviar un mensaje por WathsApp, a una vecina a esa hora, en el cual suplicaba a su asesino por su vida «Señor, usted no nos va a hacer daño…».
Sin embargo el mensaje fue leído por la vecina, cuatro horas más tarde, cuando prácticamente otro vecino, hacía el hallazgo.
De acuerdo al audio, las autoridades indagan si el asesino es solo uno, el que podría haber intimidado a las víctimas con un arma de fuego, aunque para matar a los universitarios y herir gravemente a la adolescente utilizó aparentemente un cuchillo.
En las últimas horas, se conoce que las autoridades, indagan la versión de que un lio por droga de una de las víctimas es lo que provocó la masacre.
Aparentemente Vargas Condega, habría robado un pucho de drogas a un puscher y luego se fue a encontrar con las otras víctimas, con quien se fue a ver un partido de futbol, del que salieron a altas horas de la noche, por lo que Ariel, pidió posada y fue seguido por los narcos que cobraron venganza, matándolos.