La Vicepresidenta de la República, compañera Rosario Murillo, al finalizar el acto de entrega de la Antorcha de la Independencia Centroamericana en la Plaza de la Revolución, manifestó que la llama de la libertad, una vez más es la llama de la paz que cada nicaragüense debe ir construyendo para seguir adelante.
La compañera expresó que es un orgullo ser nicaragüense y ver a tanta juventud comprometida con la patria.
“¡Cómo nos sentimos orgullosos de ser nicaragüenses! ¡Cómo nos sentimos orgullosos de nuestra juventud nicaragüense! De los estudiantes ¡Cómo nos sentimos orgullosos de la alegría y la esperanza que vemos en el rostro de esta juventud generosa, comprometida, solidaria, juventud consciente, juventud nicaragüense!”, expresó.
“Uno ve en la luz de esos ojos el futuro de la patria. Uno sabe ver en la luz de esos ojos la llama de la libertad, sagrada llama de la libertad y de la paz, la paz que estamos construyendo todos los días, afianzando, afirmando, abriendo camino al andar”, reiteró la vicepresidenta.
Insistió que la paz es el camino y un deber, como decía el poeta nicaragüense Leonel Rugama.
“Vamos hacia 13 (de septiembre) mañana, 14, día de la batalla de San Jacinto y el día viernes 15, día de la independencia y todas estas rutas las caminaremos, las andaremos en amor a Nicaragua procurando paz y bien, procurando comprensión y sobre todo reconociendo que el camino de la paz y el futuro lo hacemos todos. Recordemos que la paz pasa por la justicia y la justicia es indispensable y la justicia también es obra de Dios y es don de Dios”, reiteró.
Dijo que en estos días patrios reunirnos con la juventud es un motivo de orgullo y una razón para la esperanza creciente “porque cada día le damos gracias a Dios por levantarnos con esperanza, con optimismo, con fortaleza, con fuerza. Levantarnos en amor y con amor a Nicaragua para servir cada uno de nosotros a nuestra patria, cada uno desde nuestro espacio servir para que Nicaragua siga avanzando”.
Agregó que “la clave es la capacidad que tengamos y que tenemos todos de vernos como familia nicaragüense y reconstruir la paz y el bien a como decía San Francisco de Asís, paz y bien construido todos los días para que seamos capaces de vernos en amor al prójimo y entendernos en amor”.