El energúmeno le propinó un disparo en la cabeza

Chinandegano se mata tras dejar a su mujer al borde de la tumba

De un plomazo en la sien se quitó la vida la tarde del miércoles, Allen Moisés Espinal García, de 32 años, luego de dispararle en la cabeza y dejar grave a su mujer Keyling García Ordoñez, de 27 años, en su casa ubicada en la comunidad “El Jícaro», en el municipio de Cinco Pinos, en Chinandega.

Tras recibir el balazo, Keyling García fue llevada inicialmente por sus vecinos al centro de salud de Cinco Pinos y luego trasladada al hospital España, de la ciudad de Chinandega, donde los médicos le diagnosticaron muerte cerebral y la conectaron a un ventilador artificial.

“Durante tres años que mi hermana sufrió maltrato a manos de ese hombre, principalmente cuando andaba borracho, todo el tiempo la amenazaba con matarla”, expresó una pariente de la joven Keylin García.

Manifestó la familiar que Allen Moisés Espinal García se había ido desde pequeño a Costa Rica donde obtuvo la nacionalidad, pero años después se vino huyendo por haber matado a otra persona.

“Los médicos nos han dicho que la bala le perforó el cerebro y le fracturó el cráneo, parte de la masa encefálica fue encontrada en el lugar y solo un milagro de Dios, la puede salvar”, expresó una hermana de Keyling García.

Según cazadores de noticias, el desalmado sujeto le disparó a Keyling delante de dos hijos de 3 y 8 años de edad, que había procreado en una relación anterior, y mientras chineaba a su tierno de 7 meses de nacido e hijo del criminal suicida.

Vecinos relataron a la Policía que a Espinal García se le había visto temprano en estado de ebriedad ofendiendo a Keyling, hasta que se escucharon los disparos, encontrándolos luego a los dos en un charco de su misma sangre.

De acuerdo a las averiguaciones, el arma utilizada en el doble hecho de sangre había estado registrada a nombre de Víctor Manuel Mondragón Barrientos, de 59 años, habitante del reparto 12 de septiembre, de Chinandega.

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