Los habitantes de la comarca Maleconcito, ubicada en el municipio de Wiwilí, departamento de Jinotega, aún siguen consternados por el asesinato de Oneydi Chavarría Borge, de 16 años, quien fue decapitado a manos de José Hilario Olivas Umanzor, de 49, cuando estaba sentado en una silla plástica en un comedor de la localidad.
Sobre el hecho de sangre los pobladores de la comunidad Maleconcito, manejan un par de hipótesis, la primera refiere que José Olivas actuó en venganza, pues uno de los familiares de Oneydi Chavarría, presuntamente asesinó a uno de los parientes del homicida.
Por eso sin pensarla tanto, desde que vio sentado a Oneydi, desenvainó su machete y le asestó el filazo en la nuca para arrancarle la cabeza.
Sin embargo, la segunda hipótesis refiere que José Olivas mató a Oneydi Chavarría, porque este supuestamente le embarazó a una hija de 15 años.
“Escuche la noticia a través de Tu Nueva Radio YA, por lo que me dirigí al lugar y encontré muerto a mi hijo, quien no tuvo oportunidad de defenderse”, relató entre lágrimas el padre del joven asesinado.
Posterior al crimen, José Hilario Olivas Umanzor, fue desarmado y atado de manos por testigos del hecho, quienes lo vapulearon, hasta ocasionarle heridas abiertas en el brazo derecho, y una herida profunda en la frente, por lo cual fue trasladado al hospital Victoria Mota, en Jinotega.
Según las investigaciones policiales, Olivas Umanzor, quien es originario de Río Coco, Madriz, y su víctima, eran compañeros en el corte de café en la finca del señor Juan Siles, en Buena Vista.