Una nicaragüense de 30 años de edad, nacionalizada costarricense, fue detenida por presuntamente cometer el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, después de dos allanamientos realizados en Costa Rica.
Los registros fueron realizados por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en la presunta sala de masajes en Rohrmoser y una casa de habitación en Hatillo 8, como parte de un trabajo desarrollado por la Sección Especializada en Violencia de Género, Trata y Tráfico de Personas.
La investigación a la mujer se inició desde mayo de este año y durante el proceso se determinó que la nicaragüense colocaba anuncios en las redes sociales en los cuales indicaba que necesitaban mujeres para trabajar en la recepción de un spa.
Cuando las mujeres llegaban con sus currículums, la nica les brindaba el trabajo, pero las obligaba a prestar servicios sexuales cobrando el equivalente de casi sesenta dólares a los clientes por la prestación de estos servicios y las trabajadoras solo recibían unos 15 dólares.
Aparte de hacerlas ofrecer este tipo de servicios, la pinolera las obligaba a comprar atuendos sugestivos para realizar la actividad, también las mantenía laborando jornadas extenuantes.
Durante el allanamiento los oficiales encontraron recibos, dinero en efectivo tanto en dólares como colones, que se piensa serían parte de los pagos que los clientes realizaban a la sospechosa por los servicios de sus trabajadoras sexuales y los currículums de las víctimas.
El material se decomisó y fue puesto a las órdenes de la Fiscalía.