Capturan a nicaragüense por explotar sexualmente a joven en Costa Rica

Una nicaragüense de apellidos Castro Rayo fue capturada y otra está siendo buscada junto a un panameño tras ser señalados del delito de trata de personas con fines de explotación sexual contra una joven en Costa Rica.

Nicaragüense de apellidos Castro Rayo, fue capturada en Costa Rica por explotación sexual
Nicaragüense de apellidos Castro Rayo, fue capturada en Costa Rica por explotación sexual

El caso es investigado por las autoridades ticas desde el mes de mayo, luego que una adolescente hizo la denuncia ante la policía de Migración de Costa Rica.

La adolescente dijo que en Boca de Arenal le ofrecieron trabajo en labores domésticas en el Bar El Palenque, ubicado en Los Chiles, cerca de la línea fronteriza. Sin embargo, el objetivo fue someterla a explotación sexual, detalló la policía de Migración costarricense.

Las autoridades detallaron que la nicaragüense que está siendo buscada es de apellidos Chavarría Sevilla y el panameño de apellidos Santamaría Caballero.

Esta pareja tiene tiempo de estar siendo buscada ya que están enfrentando un proceso penal en ausencia ante el Tribunal de Juicio de Ciudad Quesada por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual y se requieren su pronta localización.

La compatriota Castro Rayo fue presentada ayer ante los Tribunales de Justicia de Ciudad Quesada.

Según las autoridades ticas, las nicaragüenses Castro Rayo y Chavarría Sevilla, junto al panameño Santamaría Caballero, lideraban una estructura criminal conformada por once miembros de distintas nacionalidades, que fue desarticulada el 12 de noviembre del 2020.

Nicaragüense de apellidos Chavarría Sevilla es buscada por explotación sexual en Costa Rica
Nicaragüense de apellidos Chavarría Sevilla es buscada por explotación sexual en Costa Rica

Los miembros de la banda reclutaban jóvenes ofreciéndoles trabajo honrado y luego las rotaban en nueve prostíbulos en todo el país para que brindaran servicio sexual, cobrando entre 16 mil y 500 mil colones, equivalentes a 30 y 930 dólares respectivamente, de acuerdo al perfil y deseos del cliente.

La banda delictiva obligaba a las víctimas a permanecer en los prostíbulos bajo coacción y amenazas, se les impedía salir sin previa autorización y en ocasiones eran forzadas a consumir drogas, reveló una fuente de Migración.

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