Con quemaduras de primero y segundo grado en más del 40% del cuerpo resultó el capitalino, Josuar Antonio Espinales, de 30 años de edad, después de bañarse con gasolina y prenderse fuego como antorcha humana.
Al ver lo que había hecho, familiares y amigos lanzaron al suelo a Josuar para apagarlo y de inmediato lo llevaron al hospital Alemán Nicaragüense, en donde lo atendieron y luego remitieron a la unidad de quemados del hospital Antonio Lenin Fonseca.
Mientras que Josuar permanece bajo estrictos cuidados médicos, autoridades policiales del Distrito VII investigan las causas que lo motivaron a intentar matarse de una forma tan dolorosa y terrible.