Juntos hasta su último día, así murieron los ancianos no videntes Francisco Sobalvarro Castillo, de 110 años de edad, y su cónyuge Carmela Chavarría, de 107, quienes habitaban en el barrio 25 de abril, de la ciudad de Matagalpa.
Don Francisco falleció en una cama del hospital César Amador Molina, la mañana del domingo y seis horas después doña Carmela fue encontrada sin vida en la casa donde compartió la mayor parte de su vida con su amado Chico.
Al lugar donde fue hallada sin vida la anciana se hicieron presentes agentes policiales acompañados por el médico forense Juroj Bartoz, quien dictaminó que falleció a causa de un infarto, por lo mismo que murió su esposo.
Los viejitos vivieron solos sus últimos años y no se les conoció descendencia. En su juventud, don Francisco recorría las calles apoyado en su bastón pidiendo ayuda para llevar algo a su hogar donde siempre le aguardaba doña Carmela.
Los años pasaron y por las dificultades propias de su edad, los ancianos se vieron obligados a permanecer todo el tiempo en su casita, sobreviviendo de la caridad de los vecinos y de personas de buen corazón de otra parte de la ciudad.
Durante un reportaje que le hizo la televisora local Yes TV, en el mes de junio, el señor Sobalvarro relató sus penurias y su deseo de que cuando fuera llamado a la presencia del Señor, fuese al lado de su compañera de toda la vida.
Y la petición parece le fue concedida, y este lunes los dos ataúdes fueron acompañados por unas cincuenta personas, quienes se encargaron de “enterrarlos juntos, en la misma tumba”, a como reza la canción.