La señora María Suyapa Pineda, pereció de forma repentina cuando tocaba la batería durante una vigilia en su iglesia de la comunidad de La Jigua, Copán, en el occidente de Honduras.
La infortunada, conocida por su bondad y su dedicación al servicio de los demás, era muy apreciada en su comunidad. Además de su entrega espiritual, solía tocar la batería en los servicios religiosos de la iglesia.
Según reportes de medios locales, María Suyapa había sido invitada a participar en la vigilia para tocar la batería. Sin embargo, poco después de iniciar el devocional, sufrió un repentino colapso y falleció.
Algunos conocidos sugieren que pudo haber sido víctima de un paro cardíaco.