El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos se encuentra en alerta máxima mientras vigila cuatro sistemas de baja presión que se han formado en el Océano Attántico. Uno de ellos podría intensificarse y convertirse en una depresión tropical en las próximas 48 horas.
La primera perturbación, ubicada en el Atlántico tropical central, presenta actualmente signos de desorganización. Aunque las probabilidades estiman 40% de probabilidades de que evolucione en una depresión tropical en las próximas 48 horas, los expertos advierten que su capacidad para fortalecerse podría estar reducida.
En contraste, la segunda perturbación tiene una probabilidad del 70% de que alcance la categoría de depresión tropical o incluso tormenta en los próximos días. Sin embargo, se anticipa que las condiciones en el océano podrían no ser favorables para su evolución.
Por su parte, la tercera perturbación, que se desplaza cerca de las Antillas Menores, presenta una probabilidad más baja de desarrollo con un 20% de posibilidades para la próxima semana.
La cuarta perturbación, ubicada actualmente al norte de la Isla de la Hispaniola, podría dirigirse hacia el Golfo de México en los días próximos. A medida que avanza, existe la posibilidad de que origine un sistema de baja presión.
Los expertos del CNH han estimado una probabilidad de desarrollo del 30% a lo largo de la próxima semana.
A medida que agosto llega a su fin, también comienza la temporada alta para la temporada de huracanes del Atlántico de 2023.
Por esta razón el organismo estadounidense ha ajustado sus expectativas para la temporada de huracanes, calificándola como por encima de lo normal.
Las temperaturas superficiales del mar, que están más cálidas de lo previsto, están contrarrestando los efectos moderadores del fenómeno de El Niño, lo que podría tener un impacto en la formación de futuros sistemas.