Un año más, en la Catedral Asunción de María de la ciudad de León, se dio el tradicional grito de ¿Quién causa tanta alegría?…La Asunción de María, dando así inicio a la celebración de la Gritería Chiquita.
Monseñor René Sócrates Sándigo, Obispo de la Diócesis de León, fue el encargado de dar el tradicional grito, junto a los centenares de fieles devotos de la Virgen María.
La Gritería Chiquita desde hace 75 años, cuando el volcán Cerro Negro, hizo erupción un 10 de julio de 1947, y las cenizas lanzadas por el Cerro Negro cayeron por varios días en las viviendas de León.
Debido a eso el obispo de aquel entonces, Isidro Oviedo Reyes, dio la orden de poner altares en honor a la Virgen de la Asunción, cuya imagen fue llevada por las calles de esta ciudad para pedir que se terminara la erupción, por lo que a esa celebración también es conocida como “Purísima de Penitencia”.
Después de tantos ruegos por parte de los pobladores, la actividad volcánica se detuvo y las autoridades eclesiásticas lo declararon un milagro, y establecieron que cada 14 de agosto se celebrara en todo León la “Gritería Chiquita”, cantándole a la Virgen y repartiendo golosinas a los promesantes.
Esta tradicional celebración de la Gritería Chiquita, se ha expandido a distintos departamentos del territorio nacional.
Aquí en Managua, específicamente en el barrio Campo Bruce, doña Ángela Romero, de 93 años, celebra a la Asunción de María, desde hace 53 años, en agradecimiento a los milagros que ha hecho la virgencita en su vida, con su familia.
Desde muy tempranito su hijo Juan Sánchez, elaboró un hermoso altar para que los devotos lleguen a cantarle a la Asunción de María.
En el barrio Altagracia, la familia de doña Idalia Mendoza, de 60 años, celebra la Gritería Chiquita, tradición que heredó de su mamá. La familia elaboró un altar adornado con plantas y flores naturales.
La Gritería Chiquita también la celebraron familias de los departamentos de Carazo, Masaya, Estelí y Chinandega.