El reconocido entrenador estadounidense Jeffrey Bettman, pasó a estar en una lista prohibida dentro de la Federación de Gimnasia de los Estados Unidos (USA Gymnastics), por poseer y divulgar pornografía infantil que obtenía de sus discípulas.
Durante más de una década, a partir de 2000, el entrenador instaló cámaras secretas en el vestuario de niñas de los gimnasios. En 2012 lo sentenciaron a 25 años de prisión.
El hombre de 57 años tuvo en su poder 469 videos de 49 gimnastas de entre 8 y 16 años. Su modalidad radicaba en cambiarse de gimnasios cada vez que alguien sospechaba de él.
El informe oficial de la sentencia señaló que había sido despedido al menos dos veces por «comportamiento espeluznante» dentro de los centros de entrenamiento.
La dueña de uno de ellos lo despidió en 2008 después de ver como subía a las niñas a su regazo, cruzándole las piernas por su cintura para besarle la frente. Por otra parte, una de las madres le advirtió que el entrenador había molestado a su hija.
Finalmente alertó a USA Gymnastics y a Kathy Kelly, entonces directora del programa para mujeres en la sede de USA Gymnastics en Indianápolis.
Funcionarios de la Federación estadounidense de Gimnasia dijeron que eran conscientes de que el asunto había sido reportado a la policía: «Nos enteramos de su arresto y tomamos las medidas apropiadas «. USA Gymnastics colocó a Bettman en su lista de miembros prohibidos, a principios de este año.
Además de subir los videos a internet, el imputado se tomaba el tiempo de capturar imágenes de cada DVD (220 de 49 víctimas) en las que se veían las partes íntimas de las menores.
«Jeff estaba más cerca de mí que cualquiera, era como un padre», escribió una víctima al juez y agregó:»Rompió ese vínculo de confianza y me dejó sintiéndome emocionalmente, y sexualmente, abusada, aprovechada. Hizo muy difícil mi crecimiento personal, con el que he luchado durante varios años».
El abusador fue arrestado en 2012, después de que la policía federal lo rastreó compartiendo pornografía infantil en línea. Bettman se declaró culpable en enero frente a 11 cargos de explotación sexual de menores. Él está cumpliendo 25 años en una prisión federal.