El boxeador británico Tyson Fury se convirtió este sábado por la noche en el nuevo monarca de los pesos pesados al derrotar al estadounidense Deontay Wilder, mejor conocido como «El Bombardero de Bronce».
Los expertos daban como favorito a Wilder por 2-1 ya que éste tenía un impresionante récord invicto de 42-0-1, de los cuales 21 los había terminado por la vía rápida del nocaut.
Sin embargo el estadounidense fue literalmente masacrado por el británico Tyson Fury quien lo envió en dos ocasiones a la lona este domingo en la arena del hotel de Las Vegas, Nevada.
Al final la esquina del norteamericano decidió tirar la toalla en el séptimo round luego que Tyson descargó una verdadera lluvia de puñetazos en su contra, propinando de esta forma la primera derrota en la carrera profesional de Wilder.
«Aguantó y de verdad mostró el corazón de un campeón.. Es un guerrero, se recuperará, volverá a ser un campeón. Pero el rey ha vuelto», declaró Fury.
Una escena extraña
Durante varios asaltos Deontay sangró de su oreja y en una escena muy bizarra Fury aparentemente lamió algunas gotas que estaban sobre su hombro durante el sexto episodio.
Este combate fue totalmente distinto al ocurrido el pasado 1 de diciembre, en Los Ángeles, cuando Wilder derribó en dos ocasiones a Fury aunque en ese entonces la pelea terminó en un empate.
Dos jueces vieron a Fury como ganador en todos los asaltos mientras que el tercero dio como vencedor en un asalto a Wilder.
El combate fue organizado por Top Rank y transmitido en vivo y directo por la cadena de televisión estadounidense ESPN.