La Policía brasileña ha asegurado que el nadador olímpico estadounidense Ryan Lochte y sus tres compañeros, que afirmaron que habían sufrido un robo en Río de Janeiro, en realidad habían destruido el baño de una estación de servicio y, cuando se negaron a pagar los daños, un guardia de seguridad del establecimiento les amenazó con su pistola, revela ‘Daily Mail’.
Este 15 de agosto, Lochte y sus compañeros Jimmy Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger denunciaron que habían sufrido un asalto a mano armada cuando regresaban de una fiesta la noche anterior.
Sin embargo, fuentes cercanas a la investigación han indicado que, ante la insistencia del agente de seguridad, los deportistas pagaron los daños que causaron en el local.