A los 14 segundos de haber arrancado el partido entre Honduras y Brasil, Neymar hizo estallar a los aficionados en las graderías, con un gol que acercó a la verdeamarelha del oro olímpico en el futbol masculino en Río 2016.
Neymar aprovechó un error del veterano defensor Palacios para cortar un balón y quedarse sólo delante del portero rival.
Remató muy forzado, siendo atropellado por el portero Luis López y quedó tendido en el césped después de intentar celebrar el gol.
Sus muestras de dolor eran tan evidentes que tuvo que ser retirado en camilla, aunque afortunadamente pudo continuar en el duelo.
El tanto del verdeamarelh es de récord, puesto que se convierte en el más rápido en la historia de los Juegos Olímpicos.