Este viernes se realizo de manera oficial la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, y aquí les dejamos lo más destacado de este acontecimiento para el pueblo peruano.
Una de las cosas más emocionantes fue el momento en que Cecilia Tait enciende el pebetero de los Juegos Panamericanos Lima-2019, ese momento fue uno de los más atractivos de la jornada.
Lo Bueno: La cantautora Chabuca Granda, que murió en 1983, y el tenor Juan Diego Flórez, nacido en 1973, unieron sus voces para interpretar ‘Bello Durmiente’. Ella, con su voz recuperada de las viejas grabaciones y su imagen proyectada sobre el escenario; él, en vivo y en directo, antes de lanzar un largo y ancho abrazo simbólico al público y a todo su país.
Lo Malo: El desfile, un momento largo de 55 minutos que canso a los atletas.
Lo Atractivo: La entrada de la bandera panamericana: Además de historia y de cultura, Perú presumió de deportistas. La bandera de los Juegos entró en el estadio de la mano de figuras como la nadadora Choco de Vivanco, primera mujer olímpica del país en Tokio’64, Ricardo Duarte, máximo anotador en el torneo de baloncesto de esa misma cita, algunas de las voleibolistas que se proclamaron subcampeonas en Seúl’88 o el tirador Juan Giha, plata también en Barcelona’92. No cabían más aplausos.
El Estadio: El recinto construido en 1951 sobre el campo original de 1897 y remodelado por última vez en 2011, lució espléndido con las gradas pobladas por un público cálido, entusiasta y ruidoso. El Nacional fue un microcosmos que ofreció las mejores condiciones a los más de 6.000 deportistas llegados de todo el continente, los 1.800 voluntarios y artistas participantes en el espectáculo y los 40.000 espectadores que lo habitaron durante más de tres horas.
Lo Malo: El Frío. El termómetro rozaba los 17 grados cuando el público comenzó a llenar el Estadio a las cinco de la tarde. No alcanzaba los 15 cuando lo abandonó después de las 10 de la noche. Gorros, bufandas, guantes, casacas fueron el uniforme con el que el público se protegió en las gradas de las bajas temperaturas con las que Lima ha recibido a la familia panamericana.
Lo impresionante: Una montaña: Una mole picuda de 20×35 metros en el centro del escenario fue el eje sobre el que giró el universo artístico de la inauguración. Sobre ella se proyectaron las imágenes de los alimentos y los tejidos peruanos, por ella treparon los montañeros de la sierra, de su interior salió, sentado sobre un trono imposible en forma de pez, el cocinero Micha Tsumura… y en su cumbre se instaló el pebetero que encendió Cecilia Tait, subcampeona olímpica de voleibol en Seúl’88.
Lo destacado: Luis Fonsi: El cantante puertorriqueño no limitó su compromiso con los organizadores a llegar, cantar y marcharse. Lleva toda la semana en Lima promocionando los Juegos, conviviendo con deportistas y voluntarios.
Ofreció un concierto de media docena de canciones que cerró con ‘Despacito’ y recibió tanto cariño como dio. Su invitada especial para esta noche fue la actriz y cantante peruana Leslie Shaw.