El encuentro deportivo entre Austria y Dinamarca quedó empañado luego que jugadores descubrieran un enorme agujero que se abrió en el campo deportivo de Viena.
El agujero, de casi medio metro de profundidad, apareció al término del encuentro, una vez concluido y con los jugadores saludándose en el centro del campo.
Algunos de ellos, como por ejemplo Skov Olsen, dieron fe de la profundidad del mismo al introducir casi la pierna entera en él, y la imagen enseguida se hizo viral por los misterioso del asunto.
En un estadio como el Ernst Happel, de primera categoría, sucedieron cosas extrañas, porque el encuentro tuvo que arrancar una hora más tarde a causa de problemas eléctricos.
Lo que nadie imaginaba, y mucho menos después de solucionar los inconvenientes y una vez disputado el encuentro (concluyó con victoria danesa por 1-2) es que un enorme agujero apareciera en el centro del campo.
Es habitual que a veces el césped pierda alguna placa si se levanta en alguna acción, pero no desde luego que deje ver un foso de tanta profundidad como esta vez.