El ensueño se convirtió en pesadilla. Chile humillo a México: 7-0, pudieron ser diez. «Pero seguramente Juan Antonio Pizzi y su tropa aspiran al Premio Nobel de la Paz con esa muestra de conmiseración y compasión hacia México», destacó la prensa mexicana.
Al final 70 mil 457 aficionados, mexicanos en su mayoría, terminaron vistiéndose la Roja y burlándose de jugadores, de Guillermo Ochoa, del cuerpo técnico y escoltando con vituperios y abucheos a la delegación del Tri, mientras unos cuantos chilenos invocaban el canto del Cielito Lindo.
Chile fue una máquina trituradora, ofensivamente inclemente, letal, despiadada, mostrando que el campeón de América sueña por entero con refrendar su reinado.
México fue un fracaso absoluto. Se le ofreció jugar de local y cerró su participación en la debacle de sus actuaciones y en el colapso absoluto de un proyecto. Se corto una racha de 23 juegos de manera consecutiva Sin perder y de que manera.
Ahora la ronda semifinal quedó de la siguiente manera: Estados Unidos chocará contra la amplio favorita Argentina y la campeona defensora selección chilena espera por Colombia de James Rodriguez.
La peor derrota en la historia de la selección mexicana fue durante un partido amistoso en 1961 contra Inglaterra, en el estadio Wembley, con marcador de 8 goles a 0.