Para Erasmo Ramírez, el 2014 podría ser el momento del gran salto que el nicaragüense busca dar desde hace tres años.
Libre de lesiones y en medio de una brillante actuación en la Liga del Cactus con los Marineros, el derecho se prepara por primera vez en su carrera como integrante fijo de la rotación del equipo desde el principio de una temporada.
«Estoy contento con lo que está pasando», dijo Ramírez. «Siempre concentrado no tanto en los numeritos, sino hacer tu trabajo».
Gracias a ese trabajo, los «numeritos» han dado de qué hablar. En cinco presentaciones (cuatro aperturas) por Seattle en la pretemporada, Ramírez lleva marca de 3-0, efectividad de 0.96 y un excelente WHIP (bases por bolas más hits por inning lanzado) de 0.91.
En 18.2 entradas de labor, Ramírez ha concedido apenas dos carreras limpias y ha ponchado a 14 bateadores, a la vez que ha regalado solamente dos pasaportes.
«Gracias a Dios estoy teniendo una buena temporada aquí en el spring training», comentó el oriundo de Rivas, Nicaragua y formado en parte como atleta en El Salvador durante la adolescencia.
Está claro que los resultados de la primavera no siempre auguran una buena campaña, ni a nivel individual ni colectivo. Con eso en mente, el diestro de 23 años quiere mantener los pies sobre la tierra de cara a la temporada regular.
«La idea es seguir mi rutina, no tratar de cambiar nada y no tratar de emocionarme, sino seguir siendo yo», dijo al respecto.
Los Marineros buscan un repunte este año, con la adición de la superestrella dominicana Robinson Canó, su compatriota Fernando Rodney, Corey Hart y Logan Morrison, entre otros.
En cuanto a pitcheo abridor se refiere, Seattle tiene un 1-2 formidable con el venezolano Félix Hernández y el japonés Hisashi Iwakuma. Pero después de ese dúo, hay bastantes interrogantes. Mucha de esa responsabilidad le caerá a Ramírez, quien inclusive empezará la campaña regular como el número 2 en la rotación, debido a una lesión en un dedo de la mano de lanzar de Iwakuma.
«(Estoy) súper contento de que me tomen en cuenta y que me den la oportunidad», dijo Ramírez, quien en partes de dos temporadas con el equipo grande de Seattle lleva récord de 6-6 y promedio de carreras limpias de 4.25. «La idea es no defraudarlos, no defraudar al equipo, al manager, al gerente, sino demostrarles a ellos que voy a aprovechar la oportunidad».
Con tal de cumplir esa meta, Ramírez quiere corregir un detalle en su patrón de pitcheo.
Durante la mayor parte de su carrera profesional, el nica siempre ha exhibido un buen control y ha dado relativamente pocas bases por bolas. Pero a veces se ha mantenido cerca de la zona de strike con demasiada frecuencia, sobre todo teniendo al bateador en 0-2 o 1-2 y con la oportunidad de fulminarlo.
Ahora el objetivo es obligar al contrario a tirarle a un mal pitcheo, en vez de darle otra oportunidad en la zona.
«Es un tirador de strikes. De hecho, a lo mejor tira demasiados strikes», afirmó el manager de los Marineros, Lloyd McClendon. «No he quedado impresionado con sus pitcheos en 0-2 y le he dicho que en esa área lo tiene que hacer mejor».
Ramírez también está consciente de la situación y trabaja para modificar su estilo en ese sentido.
«Son de los errores que he tenido toda la carrera mía», reconoció el serpentinero. «Me he mal acostumbrado’ a lanzar muchos strikes. Cuando quiero tirar bolas me cuesta. Son de las cosas que desde que firmé ha sido el punto de cada pitching coach, enseñarme a tirar bolas».
Normalmente para un pitcher joven, el problema no es tirar demasiados strikes, sino todo lo contrario. Por eso es que Ramírez confía en poder mejorar en ese aspecto.
«Son de las cosas más fáciles de arreglar», dijo. «Me han tratado de enseñar a sentir la bola (saliendo de la mano) para que no caiga tan cerca de la zona de strike. Son de las cosas que no le veo que sea nada del otro mundo, pero la idea es ser más consistente y hacer los pitcheos de calidad bajitos, fuera de la zona de strike cuando estás arriba en el conteo».
Ese detalle aparte, todo ha salido a pedir de boca para Ramírez en esta primavera. McClendon tampoco lo puede negar.
«Ha tirado bien», dijo el piloto. «No va a prender el radar, pero sabe lo que hace ahí.
«Es un buen lanzador de Grandes Ligas y encaja bien en un club de Grandes Ligas».
De su parte, Ramírez quiere salud y un año entero en la Gran Carpa por fin.
«Esa es la idea, pasar todo el año completamente sano», expresó. «Qué mejor que ver qué pasaría estando sano yo el año entero. No ha pasado todavía. Ya iniciar la temporada sano es algo que yo mismo estoy esperando.
«Es una temporada nueva, nuevos retos, así que siempre voy a estar con la mente positiva y voy dar todo en cada juego».