Tras la denuncia de la BBC que sacudió el arranque del Abierto de Australia, Novak Djokovic reveló que en 2007 a él también le hicieron llegar una «oferta» para arreglar partidos.
Fue en la previa del ATP de San Petersburgo, un torneo que eventualmente el serbio no terminó jugando. «No me contactaron a mí directamente, pero sí a través de alguna gente que trabajaba conmigo en ese momento», explicó Djokovic, a quien le ofrecían 200 mil dólares para dejarse perder en primera ronda.
«Obviamente, lo descartamos de inmediato. Pero me hizo sentir horrible porque no quiero tener nada que ver con algo así», agregó. «Algunos pueden llamarlo ‘oportunidad’. Para mí es un acto antideportivo, un crimen. No lo puedo aceptar».
«Lamentablemente por esa época había muchos rumores de gente involucrada en esas cosas. Pero en los últimos seis o siete años no he oído nada similar», enmarcó.
La BBC habla de al menos 16 ex Top 50 involucrados, incluyendo campeones de Grand Slam (singles y dobles). El presidente de la ATP, Chris Kermode, afirmó que «se actuará con decisión contra quien rompa las reglas», pero que para eso «se necesita evidencia, no rumores».
Kermode tampoco condenó el mercado de apuestas -que coexiste a la par del circuito patrocinando eventos y torneos- y hasta postuló que es beneficioso para el tenis ya que «promueve el seguimiento del deporte».
Para Djokovic, esa convivencia «es una línea muy fina, la verdad. Un límite…». «No es fácil establecer si está bien o está mal».