La Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), integrada por 41 asociaciones, elegirá un nuevo presidente el próximo jueves en México, cinco meses después de que su jefe fuera detenido por su presunta participación en actos de corrupción.
Los jefes de las asociaciones de fútbol de Canadá y Bermudas, Victor Montagliani y Larry Mussenden, son los únicos candidatos para la presidencia de la Concacaf, que se ha visto salpicada por el escándalo que ha sacudido la Federación Internacional de Fútbol (FIFA).
La presidencia de la confederación quedó vacante en diciembre de 2015 cuando el hondureño Alfredo Hawit fue arrestado en Suiza y extraditado a Estados Unidos en enero pasado. Meses antes de su detención, en mayo, Hawit había iniciado un interinato para ocupar la presidencia que se quedó acéfala por la detención de Jeffrey Webb, también acusado de corrupción.
Montagliani, de 50 años, es un hombre de negocios en el ramo de los seguros. Ocupa el cargo de presidente de la Asociación de Soccer de Canadá desde 2012, Habla inglés, francés y español, ha sido miembro del Comité Ejecutivo de la Concacaf y ha participado en el Comité Legal de la FIFA.
Mussenden ha sido presidente de la Asociación de Fútbol de Bermudas en dos periodos, el primero entre 2001 y 2008 y el segundo lo ejerce desde 2010. Es abogado de formación especializado en derecho penal y litigios civiles y comerciales. «Por mi experiencia en asuntos legales y de fútbol, me he animado a contender por la presidencia con el apoyo de los dirigentes de otras asociaciones», ha manifestado.
En este congreso de la Concacaf también se realizará el nombramiento del vicepresidente para la región de Centroamérica. El único candidato registrado es el costarricense Rodolfo Villalobos.