El sacerdote católico William Weaver fue denunciado por agredir sexualmente a cuatro de sus fieles feligreses con la excusa de «sacarles sus demonios» mediante sexo oral en Nueva Jersey, Estados Unidos.
La oveja negra de 69 años ofrecía sus pretenciosas «consultas privadas» para llevar a cabo un ritual en el que engañaba a los hermanos que si expulsaban su semen lograrían «alejar a todos los demonios» que intervenían en sus vidas.
Según la versión de otro testigo el cura le ordenó en una de las tantas ocasiones que colocara «monedas de ángel» en su cabeza y piedras de equilibrio en sus manos antes de iniciar el aborrecible acto sexual.
Las mujeres victimas de este abusador decidieron alzar sus voces para denunciar los catos en la directiva de la iglesia para evitar que siga haciendo de las suyas con el resto de devotos.
En su defensa, Weaver asegura que nada más ha puesto en práctica ciertos rituales «nativos americanos» y algunas recomendaciones que ha encontrado en textos religiosos para contar con protección divina.
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