El orangután Rakus ha sorprendido a la comunidad científica al utilizar una planta con propiedades analgésicas para curar sus heridas.
En el artículo, los biólogos del Instituto Max Planck de Comportamiento Animal precisan que la automedicación en animales «suele ser difícil de documentar», pero que en el caso de este primate han conseguido recoger el proceso de curación de la herida, que tardó apenas dos meses en cicatrizar completamente sin infección.
«Observamos un orangután de Sumatra macho (Pongo abelii) que sufrió una herida en la cara. Tres días después de la lesión, arrancó selectivamente hojas de una liana de nombre común Akar Kuning (Fibraurea tinctoria), las masticó y luego aplicó repetidamente el jugo resultante sobre la herida facial», explica el informe científico.
Además, Rakus también cubrió la herida con las hojas masticadas, a modo de gasa. Las plantas que se aplicó son conocidas por sus efectos analgésicos, antipiréticos y diuréticos, y se utilizan habitualmente en la medicina tradicional humana para tratar enfermedades como la disentería, la diabetes y la malaria.