Una pareja en Carolina del Sur demandó a la empresa Amazon, acusándole de vender lentes para ver el eclipse solar del 21 de agosto, que resultaron defectuosos y que les causaron dolores de cabeza y problemas de la vista.
Thomas Corey Payne y Kayla Harris, de Charleston, aseguran que empezaron a sufrir los síntomas tras ver el eclipse solar del 21 agosto usando gafas compradas en la tienda online.
El 10 de agosto, la compañía empezó a notificar a sus clientes, vía correo electrónico, de que estaba retirando algunos lentes para ver el eclipse porque no podía confirmar que hubieran sido fabricados por empresas confiables, aunque no reveló la magnitud del retiro ni los nombres de los vendedores.
Payne y Harris dicen que nunca recibieron ese aviso. Aseguran que tras observar el fenómeno, empezaron a sufrir dolores de cabeza, a ver manchas, a ver colores distorsionados y a tener dificultades para ver.
La pareja acusa a la empresa de negligencia y de prácticas comerciales inapropiadas, afirmando que Amazon «irresponsablemente vendió, publicitó y distribuyó lentes defectuosos que debían servir para ver el eclipse».
La demanda dice que sus quejas podrían dar paso a una demanda colectiva por parte de personas en todo el país que compraron vía Amazon lentes «inadecuados para el propósito de su venta, sumamente peligrosos y/o defectuosos» y que hayan causado dolencias similares «que podrían ir desde la incomodidad temporal a una ceguera permanente».