Cegada por los celos Zhanna Nurzhanova, de 36 años, y oriunda de Kazajistán, dejó sin testículos a su novio a enterarse que tenía una amante.
Después de una noche de pasión la mujer sedó a su víctima y con un filoso bisturí le cortó los testículos mientras dormía.
Según medios locales, la mujer revisó el teléfono de su pareja y encontró fotos de otras mujeres bellas, por lo que planeó el ataque y le hizo creer que tenía deseos incontrolables de sexo.
«Le ofreció hacer un juego sexual y atar sus piernas y manos con cuatro bufandas. Luego sacó dos pastillas, barbitúricos, y lo forzó a tomarlas. A las 2 a. m., le quitó la ropa interior y lo acusó de estar en contacto con otra mujer. Golpeó su cabeza, su rostro y su pecho con un palo de aluminio. Luego tomó tres ampollas de anestesia y una jeringa, y se la inyectó alrededor de la ingle», contó una fuente con acceso al expediente, según consignó el diario inglés Mirror.
Fue allí cuando tomó un bisturí y comenzó a hacer incisiones cortándole el testículo izquierdo y atando el cordón espermático con un hilo. Luego fue al testículo derecho, pero algo salió mal y la víctima comenzó a sangrar.
Alarmada, intentó frenar la hemorragia, pero no pudo. Fue por eso que lo trasladó de urgencia ella misma a un hospital para que le salvaran la vida. Y allí mismo donde quedó detenida. Ahora enfrenta cargos que podrían costarle diez años de sentencia tras las rejas.
Según los registros hospitalarios, el hombre, aun con la profunda herida, podrá seguir manteniendo relaciones sexuales. A pesar de que sus testículos fueron removidos, su pene permaneció intacto.
«Si su pene todavía está en su lugar, no tendrá hijos, pero podrá tener sexo.
Su cuerpo pasará inevitablemente por cambios hormonales, declinará su libido, le provocará obesidad y fatiga crónica», explicó Bulat Shalekenov, director de la Asociación de Salud Masculina de Kazajistán.