Un hombre de Mississippi al que habían dicho que simplemente estaba gordo le extirparon un tumor de 59 kilos, que comenzó a desarrollarse por un vello infectado en el abdomen.
El tumor creció tanto que alcanzó el peso de un adulto y cuando el hombre estaba sentado llegaba a tocar el suelo. Logan pasaba la mayor parte del tiempo en un sillón en un cuarto, prácticamente inmovilizado.
«Solía decir a la gente que se cuelgue una bolsa de cemento para que sepa lo que se siente», indicó Logan, quien aseguró que antes del desarrollo de la enfermedad era una personal con una rutina normal.