David Werking, de 43 años, ganó una demanda contra sus padres, luego que éstos le echaran a la basura su colección de pornografía, en Michigan, Estados Unidos.
Através de una orden judicial, la pareja deberá pagar 14 mil 500 dólares a su hijo, para tratar de “revertir el daño que le ocasionaron”.
Werking alegó que sus padres no tenían derecho a botar su colección de películas, revistas y otros objetos. Después de divorciarse, Werking vivió en la casa de sus padres en Grand Haven durante 10 meses, antes de mudarse a Muncie, Indiana.
Tras mudarse a Indiana, Werking se enteró de que su colección se había esfumado.
“Francamente, te hice un favor al deshacerme de todo eso», le dijo su padre en un correo electrónico.