Todavía no las puede cerrar completamente y en las palmas hay aún una capa de verrugas, pero el conocido como “hombre árbol” de Bangladesh está feliz con sus nuevas manos, libres tras muchas operaciones, mientras encara un proceso de retoques estéticos y piensa en un futuro como persona normal.
“Me siento genial, todavía no puedo caminar por las recientes operaciones y tengo que ejercitar cada día mis manos para adquirir mayor movilidad, pero tenerlas libres es algo estupendo”, explicó Abul Bajandar, de 27 años, en la habitación del Hospital Universitario de Dacca donde se halla ingresado desde enero.