Teliece Sander, del condado de Seminole, Florida, quedó petrificada al sentir el aliento de un gigantesco oso a centímetros de su rostro
La mujer estaba sentada en la puerta de su casa, completamente absorta en la pantalla de su celular. Sólo por ese estado de alienación se puede comprender que no haya visto a la bestia.
En realidad la vio, pero cuando la tenía a muy pocos metros. Teliece Sander se dio cuenta de que, a esa altura, lo único que podía hacer era quedarse inmóvil.
El único movimiento que hizo fue para escribirle un mensaje de texto a su hijo, Colton, que estaba dentro de la casa. «Ayúdame», le envió, junto con una foto del oso. Al recibirlo, el joven creyó que era una broma.
El terror de la mujer aumentó cuando el animal se le acercó a centímetros de distancia. Pero entonces algo la salvó: por detrás del oso apareció su cría. Entonce se dio vuelta y se fue.