Un juez estatal del distrito de Nuevo México está considerando el pedido de revocar los cargos de incesto contra una madre y su hijo de 19 años.La relación salió a la luz el pasado agosto cuando Mónica Mares, de 36 años y su hijo Caleb Peterson, de 19, hablaron con los medios pidiendo apoyo para revertir los cargos de incesto que les prohibieron estar juntos de nuevo.
La lucha de esta pareja por un amor que es considerado un delito en los 50 estados llamó inmediatamente la atención de la comunidad, la corte ya había dado su sentencia y les prohibió mantener relaciones sexuales.
El principal argumento de la pareja de madre e hijo ante la corte es el ASG, conocido como Atracción Sexual Genética, que explica como parientes que no se han visto en mucho tiempo al reencontrarse sienten atracción entre ellos.
Mares tuvo a Caleb a los 16, lo dio en adopción ya que no podía criarlo y 18 años después encontró a sus padres adoptivos. Entonces ambos lograron reencontrarse y la convivencia llevó a que en unos días iniciarán una relación sexual romántica.
Actualmente la pareja vive separada y la corte no les permite tener contacto, la lucha de ambos inundó las redes sociales e incluso han pedido ayuda económica para los gastos legales.
El caso ha indignado y también encontrado apoyo en la comunidad, también consiguió poner a prueba las leyes de incesto en Estados Unidos.
Ahora es el trabajo de una corte de Nuevo México determinar si la relación consensuada entre madre e hijo es legal o ilegal.
El 20 de octubre el caso se presentó ante la corte y el juez Drew Tatum escribió una carta de tres párrafos diciendo que “los argumentos presentados por la defensa carecen de mérito y no justifican la destitución de los mismos”.
Por su parte la defensa se pronunció diciendo que esta decisión es similar a las dadas a parejas del mismo sexo y a casos de aborto, que ahora parece correcta pero en realidad es injusta ya que se trata de una relación consensuada entre ambas partes, sin importar su relación genética.