Un iracundo ciudadano chino golpeó a su esposa, a plena luz del día, en una gasolinera ubicada en la ciudad de Huanghua.
Tras golpearla varias veces la forzó a meterse en el maletero de su auto ante la mirada indiferente de varias personas que no trataron de detenerlo ni mucho menos de llamar a la policía.