Un ciudadano ruso llamado Serguéi dado por muerto después que se registrara un incendio en su vivienda ubicada en la ciudad siberiana de Kémerovo.
Lo insólito hecho ocurrió una semana después del entierro, cuando la familia se había reunido para recordarlo, y de repente el hombre apareció caminando.
Los «restos» de Serguéi habían sido reconocidos por su hermana, tras lo cual la familia procedió al entierro del cadáver.
En declaraciones a la prensa, el hombre dijo que vive cerca del lugar donde se declaró el incendio, sin que él se viera afectado, y se enteró de su propia «muerte» a través de un amigo, quien vio su tumba en un cementerio.
A raíz del error, el ruso vio como todos sus documentos quedaron invalidados y ahora únicamente tiene en sus manos un certificado de defunción para confirmar su identidad.