Las autoridades niponas han establecido que el suicidio de un joven ginecólogo en 2015 se debió a los problemas psicológicos que le causaron sus largas jornadas laborales, en lo que supone una nueva muerte por exceso de trabajo en Japón, informaron hoy los medios nipones.
La Inspección de Trabajo de Tokio reconoció el pasado 31 de julio que el médico, de unos 30 años, llegó a trabajar hasta 208 horas extras, lo que derivó en problemas mentales que le arrastraron a quitarse la vida, según ha hecho público la familia de la víctima a través de sus abogados.
A pesar de que el Gobierno nipón recomienda que las horas extras no excedan las 80 horas mensuales, los médicos están exentos de esta limitación ya que por principio no pueden negarse a atender a un paciente.
El ginecólogo, que ejercía desde 2013 en un hospital de Tokio y cuya identidad no se ha hecho pública, trabajó entre 143 y 208 horas extras durante los seis meses previos a su suicidio el 12 de julio de 2015, reveló a los medios el abogado de su familia, Hiroshi Kawahito.
El joven médico libró solo cinco días en ese semestre, trabajó en el turno de noche una media de unas cuatro veces al mes y llegaba a hacer jornadas seguidas de más de 30 horas, según los datos aportados por la familia y recogidos por la agencia Kyodo.