Los adolescentes se encuentran en un estado de vulnerabilidad con el uso constante de las redes sociales, que en algunas ocasiones los lleva a enfrentar problemas con la justicia, advierten expertos de la justicia penal especializada.
“El uso del internet tiene desventajas para los adolescentes y jóvenes, situación que se agrava cuando existe falta de tutela o control de los padres de familia o de los tutores”, señaló la licenciada Erika Blandino Cruz.
La directora de la Oficina de Ejecución y Vigilancia de las Sanciones Penales a los Adolescentes del Complejo Judicial Central de Managua, dijo que los niños y jóvenes se encuentran a un “click” de distancia de un mundo desconocido, complejo y pernicioso, que en un instante los induce a traspasar la frontera de lo lícito, haciéndoles caer en el delito.
Las estadísticas demuestran que el delito de mayor prevalencia en el Complejo Judicial Central de Managua es de orden sexual.
En el 2017 fueron sentenciados 24 adolescentes, de ellos 14 por violación o abuso sexual; este año resultaron condenados seis jóvenes, 3 de ellos por esa misma familia de delitos.
“La falta de control de los adultos conduce a los jóvenes a ingresar a páginas de adultos, estimulando sus hormonas hasta llevarlos a cometer muchas veces delitos sexuales con niñas o niños menores, que en muchos casos forman parte de su propia familia”, detalló la licenciada Blandino.
Agregó, que al ingresar a las redes sociales, “la juventud se encuentra expuesta a la pornografía, que los empuja a cometer delitos y en el peor de los casos a la cárcel, terminando con sus aspiraciones de superación”.
La funcionaria aconsejó que: “es bueno que a los niños y adolescentes se les defina un horario para usar el celular o la computadora con acceso a internet”, además de vigilar y controlar dicha actividad, para impedir que ingresen a páginas establecidas sólo para adultos.
El Sistema de Justicia Penal Especializado de Adolescentes aplica medidas restaurativas para que el adolescente contribuya en su proceso de reinserción y resarcimiento del daño causado a la víctima, en los casos establecidos por la ley de la materia.