Una ingenua mujer fue víctima de un habilidoso hombre de 24 años quien la convenció de que él había ingerido una sustancia venenosa la cual debía de sudarla a través de relaciones sexuales exclusivamente con ella.
En un comienzo la joven mujer le contestó que no y le dijo que mejor se fuera a tortar para sudar la sustancia tóxica que tenía en su cuerpo. Sin embargo él le respondió que la forma en que debía eliminar el veneno debía ser por esa “vía en particular” o de lo contrario moriría en 48 horas con terribles dolores.
Días después ella recibió un correo electrónico de remitente desconocido donde la instruían sobre la forma en que debían realizarse los actos sexuales: Tenían que ser tres encuentros en un periodo de dos días para, supuestamente, eliminar la toxina.
Ella por temor a que el hombre falleciera aceptó el insólito pedido sin embargo al tercer día le continuaron llegando más correos electrónicos donde le pedían que continuara teniendo relaciones sexuales con el hombre, de tres a siete veces por día y que además debería dejarse grabar con un celular.
Además la amenazaban con lastimar a su familia sino lo hacía y que en caso contrario le iban a entregar dinero y hasta un automóvil. Ella sin embargo finalmente abrió los ojos y se percató que los correos tenían errores ortográficos similares a los del acusado y que usaban un apodo extraño que solo este delincuente usaba.
Cuando finalmente se cansó del acoso lo encaró pero este sujeto la agredió físicamente pero ella tomó fuerzas y lo denunció.
Este insólito hecho ocurrió en el poblado turístico de Rotorua, en Nueva Zelanda. Durante el juicio el accusado aceptó todos los cargos y su sentencia será leída el próximo 25 de mayo.