A través de una investigación acerca de cómo la vida silvestre está expuesta a químicos contaminantes, científicos del King’s College de Londres analizaron camarones procedentes de cinco ríos del este de Reino Unido, encontrando en toda las muestras obtenidas sustancias de cocaína y ketamina.
Según la universidad aún se necesitan hacer más investigaciones para poder determinar si la presencia de estas sustancias en los crustáceos es un problema que afecta nada a más a esta zona o si podría extenderse a otras partes del mundo.
A principio de año se conoció otra investigación que realizó el mismo instituto tras observar que los seres acuáticos que viven en las aguas del Támesis se mostraban “hiperactivos”.
Al comenzar a analizar su comportamiento, se pudo notar que, en comparación con otras anguilas, las del río londinense tenían altos niveles de cafeína, cocaína y benzoilecgonina, droga que estaba acumulada especialmente en el cerebro, músculos, branquias y otros tejidos de estos peces.