Entre los devastadores efectos que Harvey ha causado en Texas, algunos residentes de áreas urbanas se han visto sorprendidos por la presencia de masivas colonias de “hormigas de fuego”, una agresiva especie de hormigas que halló la forma de enfrentar las inundaciones.
Con su hábitat totalmente transformado por las intensas lluvias, miles de estos insectos, también conocidas como hormigas coloradas, se agruparon instintivamente para flotar, formando una «masa» entre sí. Solas y separadas nunca hubieran sobrevivido a la impresionante crecida del agua.
Sin embargo, el hábil método ha sorprendido, e incluso asustado, a algunos residentes que se encontraron con estas agrupaciones de hormigas, ya que son conocidas por sus dolorosas picaduras.
El aguijón de esta especie invasora produce un escozor que puede durar varios días.
Lógicamente, el efecto del veneno se multiplica ante la posibilidad de recibir varias picaduras si uno se acerca a una colonia de este tamaño, agravando la picazón e inflamación de la zona afectada, por lo que especialistas recomendaron a la población no acercarse en caso de encontrar estos escenarios.
El tratamiento más usado es la aplicación de un antihistamínico o corticosteroides tópicos para reducir el malestar.