Mientras investigaba en las junglas de Honduras, el explorador de National Geographic Jonathan Kolby se tropezó con el intento más cercano de la naturaleza de crear al querido Pokémon amarillo, Pikachu, se trata de la araña Micrathena sagittata.
Según los científicos los colores brillantes de Micrathena sagittat, la ayudan a atraer a sus presas, mientras que las púas exteriores sirven como mecanismo de defensa.
La parte posterior de esa parte del cuerpo de esta especie presenta marcas de color amarillo brillante con dos largas espinas traseras que terminan en puntas blancas.
A los lados de esta estructura parecida a Pikachu se pueden ver filas de espinas bastante más amenazantes que la adorable criatura dibujada. El resto del cuerpo de la araña es de un color rojizo brillante, casi parecido al de una hormiga.