Una estatua de un pene gigante fue colocada en la tumba de una mujer en el panteón de la comunidad Ignacio Zaragoza, en Misantla, Veracruz, México.
Conocidos de la difunta explicaron que no se trata de una broma, sino de un homenaje póstumo colocado en la tumba de doña Cata, quien en vida pidió que en su tumba no pusieran ninguna cruz ni símbolo religioso, ella quería un “nepe”.
La petición de la mujer se hizo debido a que, ella siempre pensó en que el órgano masculino era muy importante para la reproducción pero que nadie le daba el debido reconocimiento.
Por esa razón, le pidió a su familia que cuando ella falleciera adornaran su tumba a como ella lo deseaba y así se lo cumplieron.
Familiares de Doña Cata, quien murió a los cien años, aseguran que ella siempre admiró al órgano masculino, pues además de ser importante para la reproducción, eran un instrumento de placer.
Un nieto de Doña Cata, aseguró que su abuela no tenía pudor al respecto, pues pensaba que las personas no deberían sentir vergüenza.