La artista ganiano-germana Alice Pokua Oppong decidió cortar sus extensiones de pelo sintético para quedarse con su propio pelo natural.
Esto la puso a pensar sobre cómo podía utilizar sus trenzas artificiales en su trabajo como artista y se le ocurrió realizar un vestido. En la obra utilizó varias decenas de paquetes de pelo sintético.
Con este vestido quiso mandar un mensaje a las mujeres, para que «quieran su propio pelo», y vean el pelo artificial más como un material o un complemento.