El juez estadounidense William Conley ordenó a la compañía Apple, fabricante de los Iphones, iPad y Macs, el pago de 506 millones de dólares en calidad de indeminzación a la Wisconsin Alumni Research Foundation (WARF).
Este veredicto añadió 272 millones de dólares a los 234 millones que ya se le había ordenado pagar a la compañía de la manzana en un caso expuesto en el año 2015 por la Universidad de Wisconsin.
En el año 2015 WARF acusó a Apple ante una Corte Federal de haber infringido la patente estadounidense número 5,781,752. En concreto es un invento que mejora significativamente la eficiencia y velocidad de los procesadores de computadoras a través de un circuito de especulación de datos.
Al final la corte le dio la razón a WARF asegurando que Apple había violado sus derechos de patentes en los procesadores A7, A8, y A8X utilizados en los famosos iPhones. Esta patente expiró en el 2016 pero Apple deberá compensar por todos los daños antes de dicha fecha.