En estos juegos, sumamente gratificantes, no se compite y ambos participantes ganan. No son complicados ni caros y están al alcance de todas las parejas. Con muy poco esfuerzo y mucha imaginación pueden transformar lo habitual en extraordinario.
Según la sexóloga Rachel Copeland, especialista en relaciones de pareja y autora del libro Cómo mejorar su vida sexual, da un compendio de consejos para aprender a ser buenos amantes.
Recordar el inicio: Una de las maneras más excitantes de añadir diversión al sexo consiste en recordar el inicio, pues recurrir a aquellas cosas divertidas que se solían hacer al principio puede ser un juego de imaginación muy estimulante para el deseo sexual, porque así se puede estimular al cerebro para producir las sustancias químicas sentimentales que hicieron tan sensuales las primeras relaciones.
Recuperar la curiosidad infantil: Un juego erótico tan estimulante como divertido puede ser liberar el niño que llevamos dentro, según la sexóloga, quien aconseja recuperar la espontaneidad y curiosidad infantiles e intercambiar recuerdos inocentes de la infancia de cada uno sobre el amor y el sexo.
Hacer una fiesta con regalos y pastel: ¿Has pensado en organizar una fiesta sólo para ti y tu amorcito? ¡En este caso los invitados son innecesarios!. Un pastel con velas les dará a los dos la oportunidad de pedir deseos para que la relación sea aún más estrecha de lo que ha sido hasta ahora.
“Y si no se ponen de acuerdo, siempre podrán recurrir al pastel en una batalla campal que apaciguará la discusión”, recomienda la sexóloga.
Hacer el amor en la cocina: Pasen una noche en ese lugar de la casa y cocinen un menú casero. Mientras la comida va calentándose, ¡imaginen la temperatura que pueden alcanzar! Añadiendo especias no sólo harán que la comida gane en sabor.