Hay que perdonar al dueño de los Nacionales de Washington, Mark Lerner, si se dejó llevar por el entusiasmo.
Luego de una conferencia de prensa en la que fue anunciada la incorporación del abridor Max Scherzer, Lerner pensaba en grande. Después de todo, la rotación de abridores del equipo también incluye, al menos por ahora, a Stephen Strasburg, Jordan Zimmermann, Doug Fister y Gio González.
Scherzer, ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2013 con los Tigres de Detroit, fue adquirido con un contrato por 210 millones de dólares y siete temporadas.
«Si todos se mantienen sanos, creo que existe una posibilidad de que permitamos la menor cantidad de carreras en la historia de la Liga Nacional para un calendario de 162 juegos, lo cual es sorprendente», declaró Lerner, cuyo padre, Ted, es el propietario del equipo.
Por supuesto, las cosas no siempre marchan en el campo de la manera en que se avizoran durante el receso entre temporadas.
El estupendo grupo de lanzadores de los Bravos de Atlanta, que incluía a Greg Maddux, Tom Glavine y John Smoltz, ahora integrantes del Salón de la Fama, ganó sólo una Serie Mundial. Y los Filis de Filadelfia se fueron con las manos vacías tras reunir a Roy Halladay, Cliff Lee, Cole Hamels y Roy Oswalt.
Scherzer, de 30 años, se convirtió en agente libre después de pasar las últimas cinco temporadas con los Tigres, y ahora ha firmado el convenio más lucrativo en la historia de la liga para un pitcher derecho.
«Yo no juego este deporte por el dinero», aseguró Scherzer, que terminó 2014 con foja de 18-5 y efectividad de 3.15, un año después de registrar marca de 21-3 y efectividad de 2.90. «Pero al mismo tiempo, cuando uno recibe una oferta como esta, sólo puede asombrarse».
El trato incluye un bono de contratación de 50 millones de dólares, un récord, y distribuye los pagos durante 14 años, lo que reduce el valor actual y lo hace más apetecible para los Nacionales.