El grito fue dado por Brenes en las afueras de la Catedral Metropolitana, junto a la Alcaldesa de Managua, Daysi Torres, y cientos de feligreses quienes se congregaron frente al altar de la Purísima para demostrar un año más todo el amor y devoción que le profesa el pueblo nicaragüense.
Posterior al Grito el Cardenal y la alcaldesa capitalina repartieron el brindis a los devotos, algo que se repite a lo largo de todos los hogares de Nicaragua donde se celebra a la Virgen.
Brenes manifestó que con la Gritería se está demostrando que la Iglesia Católica no está encerrada en los templos, sino expresando su gran amor a la Madre de Cristo.
“Celebrar a la Purísima es celebrar nuestra identidad católica. María nos une, pero también cuando nosotros tenemos ese grito: ‘María de Nicaragua, Nicaragua de María´, estamos manifestando y acogiéndola como parte de nuestro Ser Nicaragüense”, subrayó el prelado.
La alcaldesa Daysi Torres, señaló que en la Gritería se siente la devoción del pueblo al darle gracias a Dios y a la Virgen por tantas bendiciones.
“Estamos felices y contentos de estar celebrando a la Virgen Santísima. Esas calles están repletas de gente caminando, cantando”, manifestó Torres, quien recordó que el pueblo nicaragüense sale a cantarle a la Virgen desde muy temprano en cada barrio y comunidad.
La Gritería es única en el mundo católico, y nació hace más de 150 años en la ciudad de León, de donde se expandió rápidamente a toda Nicaragua. En las últimas décadas esta tradición ha roto fronteras y ha sido llevada por los migrantes nicaragüenses a sus países de destino.
**El 19 Digital