El terremoto en Myanmar ha cobrado hasta el momento 2,509 vidas

Myanmar está viviendo días de dolor y desesperación después del tremendo terremoto que sacudió el centro del país el viernes pasado. Hasta este lunes 31 de marzo, las autoridades confirmaron que hay 2,509 personas fallecidas y más de 4,200 heridos. El gobierno militar declaró siete días de luto nacional.

El súper terremoto fue de magnitud 7.7 y su epicentro fue ubicado cerca de Mandalay, una de las ciudades más importantes de Myanmar. Fue tan fuerte que los edificios se vinieron abajo como si fueran de cartón.

Y para empeorar las cosas, después del temblor principal han ocurrido más de 200 réplicas que tienen a la gente sin poder dormir por el susto y complican los trabajos de rescate.

Los equipos de rescate están trabajando día y noche buscando a más de 270 personas que siguen desaparecidas. Muchos están atrapados bajo los escombros y con cada hora que pasa, las esperanzas de encontrarlos con vida van disminuyendo. La situación es más complicada en las zonas rurales donde apenas están llegando los rescatistas porque quedaron aisladas.

La ciudad de Mandalay se llevó un gran impacto, igual que las regiones de Sagaing y Naypyidaw, que es la capital administrativa.

Los hospitales no dan abasto, llenos de heridos por todos lados, algunos hasta en los pasillos porque ya no hay camas. Muchos edificios importantes quedaron dañados, incluyendo pagodas históricas que son símbolos religiosos muy importantes para los birmanos.

Según la ONU, más de millón y medio de personas han sido afectadas por este desastre. Miles de familias perdieron sus casas y ahora viven en refugios improvisados o a la intemperie. Con el paso de los días, aumenta el riesgo de enfermedades y problemas por la falta de agua potable y alimentos.

Por dicha, Myanmar no está solo en esta tragedia. Equipos de rescate de China, Japón, India y Rusia ya llegaron al país para ayudar en la búsqueda de sobrevivientes. Estos equipos tienen experiencia en desastres y traen equipos especiales para detectar personas bajo los escombros y sacarlas con vida.

La comunidad internacional está enviando también ayuda humanitaria como medicinas, agua y alimentos, que son urgentes ahora mismo.

Lo más preocupante es que tanto la ONU como otras organizaciones humanitarias advierten que el número de víctimas podría aumentar en los próximos días. Hay muchas zonas rurales alejadas donde todavía no han podido llegar los equipos de rescate, y se teme que ahí la situación sea aún peor.

Mientras tanto, las réplicas siguen poniendo nervioso a todo el mundo. Algunas han sido bastante fuertes, lo que aumenta el miedo entre la población y el riesgo de que estructuras ya dañadas terminen de caerse, poniendo en peligro a rescatistas y sobrevivientes.

Comparte